viernes, 21 de diciembre de 2012

La marihuana re-genera celulas cerebrales

 

En medio de la controversia que rodea a la marihuana terapéutica, un equipo internacional de investigadores está entusiasmado por la publicación de unos hallazgos que sugieren que la marihuana ayuda a promover el crecimiento de células cerebrales, descubierto mientras trataban desórdenes del comportamiento.

De acuerdo con este estudio en ratas, una versión sintética muy potente de un componente cannabinoide, encontrado en la marihuana, puede reducir la depresión y la ansiedad cuando se toma durante un largo periodo de tiempo.

Según los investigadores, este estímulo del estado de ánimo parece ser el resultado de la capacidad del fármaco de promover el crecimiento de nuevas células cerebrales, algo que ninguna otra droga de este tipo parece tener.

Los resultados, que aparecerán en la edición de Noviembre del Journal of Clinical Investigation, aún son preliminares. "Nuestros resultados se obtuvieron en ratas, y hay una gran diferencia entre ratas y humanos”, según el coautor del estudio, el Dr. Xia Zhang, de la unidad de investigación de neuropsiquiatría del departamento de psiquiatría de la Universidad de Saskatchewan, en Saskatoon, Canadá. “Así que aún no sé realmente si nuestros descubrimientos se podrán aplicar en seres humanos. Pero indican que el uso clínico de la marihuana puede hacer sentir mejor a la gente mediante el control de la ansiedad y la depresión”.


Pero, ¿funciona la marihuana terapéutica? Para contestar esta pregunta el equipo de Zhang se centró en el potencial de un componente sintético, producido en el laboratorio, del cannabis que se encuentra de forma natural en la planta de la marihuana. Los seres humanos y otros animales producen de forma natural el componente, y se sabe que hay receptores cannabinoides en la capa externa de las células del sistema nervioso y del sistema inmune. Anteriores investigaciones han mostrado que, cuando nos exponemos a los cannabinoides, estos receptores pueden provocas respuestas antinflamatorias y anticonvulsivas. Y pueden también llegar a efectos psicotrópicos como la euforia.

El estudio actual está basado en una particular formulación de un cannabioide sintético llamado HU210, un compuesto que Zhang describe como el más poderoso cannabinoide del mundo.

Los autores exploraron tanto los efectos a corto como a largo plazo de la exposición al HU210 en ratas.
Para medir la respuesta a la droga a corto plazo, dieron a las ratas adultas una sola inyección de HU210. Para estudiar el efecto a largo plazo administraron a ratas adultas dos inyecciones de cannabinoide durante dos semanas. Las autopsias revelaron que al final del décimo día de la toma de HU210 se habían generado nuevas neuronas que se habían integrado en el circuito de la región del hipocampo de los cerebros de las ratas.

Este proceso, conocido como neurogénesis, se puso aún más de manifiesto al mes del tratamiento. La neurogénesis no fue provocada como respuesta a la muerte de células neuronales por la exposición al cannabinoide, aseveraron los investigadores. De hecho no se observó que las inyecciones de HU210 produjeran ninguna pérdida de neuronas en el hipocampo.

El uso de cannabinoides mostró un estímulo positivo del estado de ánimo, así como, según los científicos, los tests de comportamiento sugerían que el tratamiento a largo plazo reducía la ansiedad de los roedores y los comportamientos asociados a la depresión. Por ejemplo, al mes del tratamiento, las ratas tratadas, privadas de comida durante 48 horas, eran más rápidas para tomar alimentos que otro grupo de ratas no tratadas, cuando se les ofrecía comida en un ambiente no familiar.

Los cientificos creen que las ratas en tratamiento pueden haber estado menos ansiosas por la manera de manejar esta nueva situación. Y hacen énfasis en que los resultados no estaban relacionados con los efectos de estimulación del apetito provocados por los cannabinoides, ya que las ratas tratadas tenían un comportamiento de apetito similar a las no tratadas cuando se les daba comida en un ambiente familiar. Las ratas tratadas también respondieron de una manera menos ansiosa en los tests de natación y escalada, y mostraron periodos más cortos de inmovilidad en comparación a las ratas no tratadas. Esta observación se atribuye al efecto antidepresivo del HU210 en las ratas que recibieron el cannabioide a largo plazo.

Así pues, mientras la administración a largo plazo de dosis altas actuaba reduciendo la ansiedad y la depresión, las dosis bajas parecían no tener el mismo efecto. Zhang y su equipo adscriben la neurogénesis asociada a los cannabioides con el aparente cambio de humor de los animales.

El área cerebral del hipocampo, donde ocurre el crecimiento neuronal, es la clave de la regulación del estrés y de otros desórdenes del comportamiento, puntualiza el equipo de Zhang. Esta región es también importante para el control de procesos cognitivos, como el aprendizaje y la memoria.

Según los investigadores, la marihuana parece ser capaz de promover la neurogénesis cuando se utiliza en el periodo de tiempo adecuado y con la dosis correcta. En contraste, investigaciones anteriores han demostrado que la administración continuada de cocaína, opiáceos, alcohol y nicotina inhiben el crecimiento de las células cerebrales.

“Si nuestros resultados pueden ser confirmados en seres humanos, anticiparíamos al uso continuado de la marihuana como tratamiento médico para la ansiedad y al depresión", dijo Zhang. Sin embargo alertó que el tratamiento no es lo mismo que fumar marihuana. No sabemos si fumar marihuana puede producir el mismo efecto.

El Dr. Perry G. Fine, profesor de anestesiología de la Utah School of Medicine Pain Research Center, dijo que estos datos bastaban para confirmar los potenciales beneficios del uso médico de la marihuana. "Es bueno que haya una nueva ciencia, pero para mí ya no es nada nuevo. Esto demuestra lo que hace tiempo sospechábamos. Estamos de vuelta al estigma dado a la marihuana desde hace años". Añadió: " Creo que la mayoría de la gente con experiencia clínica en esta área de la medicina paliativa sabe que, si los pacientes hubieran tenido acceso a todas las herramientas que tenemos actualmente, podríamos hacerlo ciertamente mejor para ayudar a la gente a vivir con enfermedades crónicas". Las políticas sociales están por debajo de nuestras tecnologías y tenemos que actuar en este sentido.


Estudio completo en The Journal Clinical Investigation (Ingles-PDF): Estudio completo en The Journal Clinical Investigation

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