domingo, 30 de diciembre de 2012

Drogas que no parecen tales: Cafeina



Otra droga tan inocua a los ojos mayorías, como la cafeína, ha transitado también por diversas prohibiciones y ha sido motivo de disputas internacionales. Su producción y determinaron el destino de las antiguas potencias, tal como hoy en día determinan los enormes ingresos de al menos dos de las nuevas potencias: las transnacionales de productos farmacéuticos y alimenticios.

El cafeto, las hojas de té, el cacao y la nuez de kola son las principales fuentes de la cafeína, una droga psicoactiva perteneciente al grupo conocido como las metilxantinas. Los efectos estimulantes de las metilxantinas provienen de su interacción con los receptores de la adenosina y se observan a varios niveles del organismo: en el sistema nervioso, en la respiración y en el músculo cardíaco. Tienen también un efecto diurético, esto es, aumentan la excreción de orina, dilatan los bronquios y estimulan el metabolismo basal.






Cafeina


Origen

La cafeína se encuentra no sólo en el café, sino en algunos tés, en el chocolate, en la nuez de kola y en otros alimentos derivados de ellos, por lo que a continuación se incluye una síntesis breve del origen de las fuentes principales.

El cafeto proviene de Etiopía, el origen del té parece encontrarse en China y el del cacao en áreas muy restringidas de América.

La leyenda sobre el descubrimiento del café proviene de Arabia: Kaldi el pastor observó que después de haber comido las cerezas del cafeto, sus cabras retozaban con más brío que de costumbre, parecían más activas, más contentas. Kaldi también probó los frutos de la planta e inmediatamente lo embargó la euforia, se puso a bailar y aquella noche durmió menos que de costumbre. Kaldi compartió su hallazgo con uno de sus vecinos, un ferviente seguidor del Corán. Éste obtuvo los mismos resultados y recibió de Mahoma el secreto para preparar café a partir de los granos secos de la fruta.


Caffea arabica


La leyenda sobre el origen del té proviene del Japón: Daruma, fundador del Budismo Zen, solía pasar las noches entregado al ayuno y la oración. Cierta noche no pudo resistir el sueño y cuando despertó, estaba tan molesto y decepcionado de sí mismo que se arrancó los párpados y los arrojó al suelo. Inmediatamente brotó de ellos el arbusto de té cuyas hojas han permitido a los monjes conservar el espíritu libre para la meditación desde aquel entonces.

El consumo del chocolate surgió en el México prehispánico: Obsequiar a alguien una jícara de xocoatl sobre un rodete cubierto con piel de jaguar era visto como muestra del más alto respeto. Aztecas, mayas, mixtecas y zapotecas ofrecían a sus señores esta bebida hecha a base de cacao, endulzada con miel y aromatizada con vainilla. Los buenos bebedores tenían por costumbre hacer batir el chocolate y tomarlo mientras conservaba la espuma.



Teobroma cacao

En la actualidad, aun quienes no practican la meditación toman té, el secreto de Mahoma ha dejado de serlo y los mexicanos no sólo enseñamos al mundo a beber chocolate, sino las técnicas mismas de su preparación. Los consumidores de las hojas de té, los granos tostados del cacao y el cafeto, se cuentan por millones.






QUÍMICA



Identificación



La cafeína se encuentra en el café, en el chocolate, en ciertos tés y en varios medicamentos como la Cafeaspirina® y el Saridon®.

 



Composición



La cafeína fue aislada en 1820. Es el principal alcaloide de la Caffea planta típica del café y del Cacahuatl o cacao de cuyos granos se elabora el chocolate.

Con respecto al té suele haber una confusión porque en 1827, al ser aislado su principio activo, recibió el nombre de teína. Años más tarde un análisis molecular permitió descubrir que la teína era en realidad cafeína. Este alcaloide también se encuentra presente en el mate argentino y en la nuez de kola usada para preparar las bebidas de cola.




Formas de adulteracion




Ninguna puesto que los productos que contienen cafeína están sujetos a controles de calidad.
 





FARMACOLOGÍA



Mecanismo de acción y formas de empleo


La cafeína se consume en múltiples alimentos y bebidas. En usos terapéuticos puede administrarse en forma oral o en inyección intravenosa. Es un estimulante del sistema nervioso central que actúa después de 5 minutos de su ingestión aumentando la actividad cerebral y reduciendo la vigilia.




Usos terapéuticos




La cafeína se vende bajo diversas marcas comerciales (Cafeaspirina®, Saridón®) recomendada para contrarrestar la fatiga, para tratar la migraña y algunos otros tipos de cefalea. En conjunción con analgésicos hace que éstos trabajen mejor. Por su capacidad para estimular la respiración también es recomendada en el tratamiento de la apnea en los recién nacidos y como antídoto para la depresión respiratoria en sobredosis de heroína y otros psicoactivos opiáceos.



Dosificación



Una taza de café puede contener entre 60 y 110 mg de cafeína, una taza de té entre 10 y 90 mg, una de chocolate entre 5 y 40 mg y las bebidas de cola 35 mg. Una barra de chocolate de 50 gramos tiene entre 10 y 60 mg de cafeína. Las píldoras de uso terapéutico contienen entre 30 y 65 mg, mientras que en el mercado negro suelen circular las llamadas “pastas para mantenerse despierto” que llegan a tener entre 100 y 200 mg. La dosis letal de cafeína es de 5,000 mg, el equivalente a 40 tazas cargadas de café consumidas en un periodo excesivamente corto de tiempo.




Efectos psicológicos y fisiológicos

Un director de escuela, cuyo nombre permanece en el anonimato, relata los siguiente:

Al levantarme por la mañana tomo dos tazas de café. Si no las tomo me siento irritable. Si tomo tres tazas me excito un tanto, pero dos tazas son exactamente lo que necesito.

Si tomo café después de las tres de la tarde, no puedo dormir a la hora que me gusta hacerlo, alrededor de las once y media. Si tomo un café después de cenar, aunque sea media taza, me quedo despierto la mitad de la noche. Si tengo algo importante al día siguiente, sobre todo alguna aparición en público, un café tomado al final del día se combina invariablemente con mi nerviosismo y me produce un insomnio descontrolado.

Este insomnio después del café me parece farmacológico. Puedo alcanzar cierto grado de ensoñación y experimental es “estado flotante” -que en mí precede por lo general al sueño-, pero entonces me quedo ahí, no alcanzo nunca la inconsciencia total del sueño... Cuando sé que me espera un largo tramo de conducir por carretera, no bebo café durante dos o tres días anteriores. A lo largo de la noche del viaje bebo café dos veces. Si he estado tomando mucho café durante los días anteriores, perecería que siento menos el efecto estimulante del café nocturno. Es casi una cuestión de “ahorrar” en el café que hubiera consumido en los dos o tres días precedentes, para tomarlo durante la noche que tengo que conducir. Usado de esta manera, el café ha sido siempre una gran ayuda para mí y no me ha fallado nunca.


Consumir entre 75 y 150 mg de cafeína eleva la temperatura, el ritmo respiratorio y el nivel de ácido gástrico en el estómago. Cantidades más altas en el torrente sanguíneo pueden producir ansiedad, irritabilidad, insomnio, sudoración, taquicardia y hasta diarrea.

El uso prolongado de más 650 mg diarios de cafeína, equivalentes a ocho o nueve tazas de café al día pueden ocasionar úlceras gástricas, incremento en el nivel del colesterol, insomnio crónico, ansiedad y depresión permanentes. Este tipo de consumo también parece estar asociado con disfunciones cardíacas y la aparición de ciertos tipos de cáncer asociados a los alquitranes del café.


No se han detectado malformaciones genéticas debido a su uso, sin embargo se sabe que el café puede disminuir la probabilidad de embarazo, aumentar el riego del aborto espontáneo y de bebés con bajo peso.



Potencial de dependencia y tolerancia

Mediante el uso continuo puede ser adquirida una leve tolerancia a la cafeína. Esta droga provoca dependencia física. En la literatura médica se consigna que dosis mayores a los 350 mg diarios de cafeína consumidos durante un mes pueden provocar la aparición de un síndrome de abstinencia, por lo que en usos terapéuticos los médicos recomiendan reducir gradualmente el consumo. El síndrome se manifiesta por irritación, cansancio, depresión y somnolencia. No es grave y desaparece en pocos días.

Para Antonio Escohotado, la costumbre de beber varias tazas de café al día no puede ser inocua o al menos no puede ser más dañina para la mente y el cuerpo que administrarse su equivalente en cocaína o anfetamina. "Diez tazas al día, por ejemplo, representan un gramo y medio de cafeína, que en efecto estimulante equivalen a 150 mg de cocaína y a unos 15 de metanfetamina."

Lo que no aclara es que estas diez tazas de café deben ser consumidas en un lapso muy breve de tiempo para alcanzar las concentraciones sanguíneas necesarias para producir el mismo efecto que los otros psicoactivos mencionados.




¿QUÉ HACER EN CASO DE EMERGENCIA?

La intoxicaciones fatales con cafeína son raras. Grandes dosis, especialmente cuando son consumidas por sujetos no habituados o sensibles, pueden producir dolores de cabeza, taquicardia, convulsiones y eventualmente delirios. Una crisis cercana a la dosis letal debe considerarse como urgencia médica ya que tiene manifestaciones similares a las de un diabético privado de insulina que ocasionan altos niveles de azúcar en la sangre.





Referencias 

1. Appleton, Nancy: Lick the sugar habit, Avery, USA, 1988.
2. Brau, Jean-Louis: La historia de las drogas, Bruguera, España, 1973.
3. Brailowsky, Simón: Las sustancias de los sueños: Neuropsicofarmacología. FCE-CONACYT, México, 1995.
4. Bruker, M. O.: ¡Azúcar azúcar! Cómo evitar la perniciosa influencia del azúcar en la alimentación actual, Integral, España, 1994.
5. Dufty, William: Sugar Blues, Centro Macrobiotico Maldonado, Uruguay, 1987.
6. Escohotado, Antonio: El libro de los venenos, Ómnibus– Mondadori, España, 1990.
7. Factas about: Caffeine, Alcoholism and Research Foundation, Toronto Canada (Internet).
8. Musacchio, Humbreto: Diccionario enciclopédico de México, Tomo I, Andrés León Editor, México, 1990.
9. “Sugar does not affect children behaivor” The New England Journal of Medicine, Enero de 1996, Vol 2, No. 1, Massachusetts Medical Society, USA.
10. Urbina, Laura: Primer Manual de Nutrición Consciente, Grupo Tepozcahuic A.C., México, 1997.
11. Weil, Andrew y Winfred Rosen: Del café a la morfina, Integral, España, 1993.
12. Cunningham, Danna y Andrew Ramer: The Spiritual dimensions of healing addictions, Cassandra Press, CA, USA, 1986.
13. Cunningham, Danna y Andrew Ramer: Further dimensions of healing addictions, Cassandra Press, CA, USA, 1988.



Marihuana como neuroprotector



Científicos de California han estudiado los efectos del alcohol y el cannabis en la integridad de la sustancia blanca del cerebro. Compararon 42 adolescentes de entre 16 y 19 años asociados en estos tres grupos: grandes bebedores de alcohol, grandes bebedores de alcohol que también consumían cannabis, y no consumidores de drogas

Hubo diferencias en ocho regiones de la sustancia blanca entre los bebedores de alcohol y los controles. Sin embargo, en cuatro de estas regiones, los bebedores de alcohol que también consumían cannabis presentaban mejores resultados que los bebedores de alcohol. Los autores afirman que "los bebedores compulsivos que también consumen marihuana no muestran una divergencia tan consistente de los no consumidores como lo hace el grupo de consumidores sólo de alcohol". Dicen que es "posible que la marihuana pueda tener algunas propiedades neuroprotectoras mitigando el estrés oxidativo del alcohol"o la inducción de la muerte celular tóxica. 

viernes, 28 de diciembre de 2012

La marihuana no daña el tejido cerebral

Un adolescente que consume alcohol puede reducir el tejido cerebral, un adolescente que fuma marihuana no, de acuerdo con un nuevo estudio.

 


Los investigadores escanearon los cerebros de 92 adolescentes, entre las edades 16 a 20, antes y después de un período de 18 meses. Durante ese año y medio, la mitad de los adolescentes – que ya tenían extensas historias de consumo de alcohol y de uso de marihuana – continuaron usando la marihuana y el alcohol en cantidades variables. La otra mitad se abstuvo o se mantuvo en un mínimo consumo, como lo habían hecho durante la adolescencia. 


El antes y el después de las exploraciones del cerebro de los adolescentes que consumían normalmente cinco o más bebidas alcohólicas por lo menos dos veces a la semana demostraron una reducción de los tejidos de la materia blanca del cerebro, la coautora del estudio Susan Tapert y el neurocientífico de la Universidad de California de San Diego, dijeron a HuffPost. Esto puede significar la disminución de la memoria, la atención y la toma de decisiones en la adolescencia tardía y en la adultez, dijeron.

Sin embargo, el nivel de uso de la marihuana – hasta nueve veces a la semana durante los 18 meses – no estaba vinculado con un cambio en la salud del tejido cerebral. Los investigadores no probaron el rendimiento, sino que se limitaron a escáneres cerebrales. 


 



El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de California en San Diego y está programado para ser publicado en la edición de abril de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research. 


El daño se produce porque la materia del tejido blanco del cerebro se desarrolla durante la adolescencia hasta los 20 años, Joanna Jacobus, becaria postdoctoral en la Universidad de California en San Diego, y co-autora del estudio, comentó a HuffPost.

Parte de ese tejido del cerebro aún en desarrollo es donde se toaman las decisiones, lo cual puede exacerbar el consumo de sustancias. ”Se convierte en un ciclo. Si los adolescentes disminuyen la salud de sus tejidos e inhiben la capacidad cognitiva a sí mismos pueden ser más propensos a involucrarse en conductas de riesgo como el uso excesivo de sustancias”, dijo Jacobus. 


 


Mientras que los estudios demuestran que el efecto nocivo de alcohol en los adolescentes y adultosfue más consistente, los estudios sobre el efecto de la marihuana no tienen estos resultados, dice Tapert. ”Una razón es que la marihuana realmente puede variar. Diferentes variedades contienen diferentes niveles de THC y otros elementos. Por ejemplo, algunos estudios han sugerido un componente, el cannabidiol,en realidad puede tener efectos neuroprotectores” , dijeron. 


Los investigadores no están seguros de por qué el alcohol tiene ueste efecto y la marihuana no. Dijeron que los resultados del estudio no pueden considerarse definitivos sin más. También dijeron que no saben si la salud del tejido cerebral reducida es permanente. 


Sin embargo, Duncan Clark, un médico que no participó en el estudio y que estudia el abuso de sustancias para adolescentes, dijo que el estudio es importante porque solo hay una investigación similar antes y después de un período de uso de sustancias.

Clark, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de Pittsburgh Medical Center, dijo que debido a que la materia blanca del cerebro es la que desarrolla el tejido y puede ser la base para un mayor auto-control, los investigadores esperan poder utilizar eventualmente escáneres cerebrales como los de este estudio para predecir a los jóvenes la posibilidad de abuso de sustancias. 


 


Debido a que los investigadores siguieron a los sujetos durante 18 meses, ueron capaces de controlar al menos parcialmente, las diferencias preexistentes en los dos grupos. Pero Jacobus reconoció que la eliminación de otros factores – como la genética, ambiente familiar, e incluso el mínimo uso de otras drogas – es muy difícil.

Cada adolescente en el estudio recibieron de imágenes del cerebro, una sustancia detallada del uso de la evaluación y la detección de toxicología en el inicio del estudio y al final del estudio – así como entrevistas y usos de sustancias cada seis meses. 


Tapert dirigió otro estudio publicado en el 2009 entre las edades de 12 a 14 antes y después de empezar a beber. El equipo de Tapert encontró un peor rendimiento en pruebas de memoria y pensamiento en los adolescentes que habían comenzado a beber. Los investigadores informaron que el alcohol especialmente compromete a muchachos la capacidad de atención y las niñas la comprensión e interpretación de la información visual. 


Si bien este último estudio examina el efecto de la marihuana en el tejido cerebral, un estudio de Duke University a principios de este año examinaba el efecto del cannabis sobre la inteligencia y el rendimiento. Ese estudio encontró que los adolescentes que fuman marihuana de forma rutinaria antes de cumplir los 18 años estan en riesgo de una caída a largo plazo en su coeficiente intelectual . 


 


Adolescentes que usaron la marihuana siguen utilizandola , mientras la percepción de los adolescentes a la nocividad del cannabis se ha reducido, según un estudio de la Universidad de Michigan publicado el miércoles pasado . Casi el 23 por ciento de los estudiantes de secundaria encuestados en este estudio dijeron que habían fumado marihuana el mes anterior.

“Está claro que se necesita más investigación sobre los efectos a largo plazo de la marihuana en el cerebro”, dijo Tapert. ”Sobre todo porque el uso se esta incrementando.”
 Fuente

jueves, 27 de diciembre de 2012

Cultivo: Germinando la semilla

 


Se entiende por germinación el paso por el que la semilla se convierte en plántula. Antes de poder ser germinada, la semilla se queda en un estado de reposo para esperar al año siguiente. Una vez pasado este tiempo de letargo y siempre que se encuentre en las condiciones adecuadas de temperatura, humedad y luminosidad podrá germinar. La semilla germinará entre 2 y 7 días si se encuentra en unas condiciones de entre 21 °C y 32 °C de temperatura, en ausencia de luz y con suficiente humedad. La semilla absorbe el agua y el oxigeno que tiene alrededor para que las células del embrión comiencen a agrandarse. Entonces la cubierta de la semilla empieza a abrirse y la radícula (que posteriormente se convertirá en raíz) emerge primero. A continuación, las hojas de la semilla o [ cotiledón|cotiledones] crecerán con el tallo principal buscando la luz (la planta del cannabis es dicotiledónea. Al poco tiempo la planta se desprenderá de la semilla adosada a los cotiledones y estos se desplegarán por encima de la superficie. En este momento la planta comenzará a realizar la fotosíntesis y habrá pasado al estado de plántula.



•Un método para germinar semillas consiste en introducirlas en un recipiente de agua mineral templada donde deberían germinar en un par de días. En cuanto se note la germinación, deberán ser trasplantadas a semilleros individuales. La ventaja de este método es que evita plantar en macetas semillas inservibles. 


 
•Un método similar consiste en germinarlas en algodón húmedo y luego trasplantarlas a los semilleros. 

 

•Existe otro método que consiste en poner las semillas en medio de 2 servilletas húmedas, estas a su vez son puestas en medio de 2 platos para proporcionar oscuridad y protección, una vez que las semillas tienen un centímetro de radicula pueden ser pasadas directamente a la tierra.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

No todo es color de rosas







MARIHUANA Y COMPUESTOS DE CANNABIS 




La planta Cannabis sativa contiene más de 400 compuestos, además de la sustancia psicoactiva delta-9-tetrahidrocannabinol ( T H C ) . Los cigarrillos de marihuana se preparan con las hojas y las yemas de las flores de la planta; un cigarrillo típico de marihuana contiene entre 0.5 y 1 g de materia vegetal. Aunque la concentración habitual de THC oscila entre 10 y 40 mg, se han detectado concentraciones superiores a 100 mg por cigarrillo. El hachís se prepara con resina concentrada de Cannabis sativa y contiene concentraciones de THC de entre 8 y 12% en peso. El "aceite de hachís", un extracto liposoluble de la planta, puede contener concentraciones de THC de 25 a 6 0 % y se puede añadir a la marihuana o al hachís para aumentar la concentración de THC. La forma de autoadministración más común de la marihuana y el hachís consiste en fumarlos. Durante la pirólisis se liberan en el humo más de 150 compuestos, además del THC. Aunque la mayor parte de estas sustancias no tienen propiedades psicoactivas, sí pueden ejercer efectos fisiológicos. El THC se absorbe con rapidez desde los pulmones a la sangre y desde ésta pasa de inmediato a los tejidos. Se metaboliza fundamentalmente en el hígado, donde se convierte en 11 -hidroxi-THC, un compuesto psicoactivo, y en más de 20 metabolitos adicionales. Muchos metabolitos del THC se excretan por las heces, con un ritmo de depuración relativamente lento en comparación con la mayor parte de las sustancias psicoactivas. Se han identificado receptores específicos de los cannabinoides ( C B , y C B ) en el sistema nervioso central, incluida la médula espinal, y en el sistema nervioso periférico. Hay una alta densidad de estos receptores en la corteza cerebral, los ganglios de la base y el hipocampo. Los linfocitos T y B también poseen los receptores mencionados y ellos al parecer median las propiedades antiinflamatorias e inmunorreguladoras de tales compuestos. Se ha identificado un ligando natural similar al THC en el sistema nervioso, donde está ampliamente distribuido.



Prevalencia del consumo de marihuana .

 



La marihuana es la droga ilegal más consumida en Estados Unidos. La prevalencia de su consumo es particularmente elevada entre los adolescentes; los estudios sugieren que alrededor de 37% de los estudiantes de educación secundaria en ese país la han consumido. La marihuana es relativamente barata, y muchas personas la consideran menos peligrosa que otras drogas y sustancias. En muchas comunidades, se encuentran formas muy potentes de marihuana ("sin semilla"), y el uso concomitante de marihuana con crack-cocaína y fenciclidina está aumentando.



Intoxicación aguda y crónica por marihuana. 


 

La intoxicación aguda por marihuana y compuestos de cannabis depende de las dosis de THC y de la vía de administración. El THC se absorbe de forma más rápida cuando se fuma la marihuana que cuando los compuestos de cannabis se ingieren por vía oral. La forma más común de intoxicación aguda consiste en una percepción subjetiva de relajación y euforia suave que se asemeja a la intoxicación ligera a moderada por alcohol. Esto suele ir acompañado de cierta perturbación del pensamiento, de la capacidad de concentración y de las funciones perceptivas y psicomotoras. Las dosis más elevadas de cannabis pueden producir efectos sobre el comportamiento análogos a los de la intoxicación alcohólica grave. Aunque los efectos de la intoxicación aguda por marihuana son relativamente benignos en los usuarios normales, la droga puede desencadenar trastornos emocionales graves en personas que tienen antecedentes psicóticos o proble mas neuróticos. Como ocurre con otros compuestos psicoactivos, la actitud (expectativa del usuario) y el lugar (contexto ambiental) son determinantes importantes del tipo y gravedad de la alteración del comportamiento (intoxicación conductual). Tal como ocurre con el abuso de cocaína, opioides y alcohol, quienes abusan por largo tiempo de la marihuana pierden interés en los objetivos socialmente deseables y dedican siempre más tiempo a obtener y consumir la droga. Sin embargo, el THC no causa un "síndrome amotivácional" específico y único. Los muchos síntomas que se atribuyen a la marihuana son difíciles de distinguir de las depresiones leves y de las disfunciones de la maduración, a menudo asociadas con una adolescencia prolongada. El uso crónico de la marihuana también aumenta el riesgo de síntomas psicóticos en personas con antecedentes de esquizofrenia. Quienes comienzan a consumir marihuana inhalada antes de los 17 años más adelante pueden presentar graves trastornos cognitivos y neuropsicológicos y estar en mayor peligro de presentar problemas de consumo de varias drogas y de alcohol en la vida posterior.



Efectos físicos. 


 
La hiperemia de conjuntivas y la taquicardia constituyen los signos físicos inmediatos más frecuentes de fumar marihuana. La tolerancia de la taquicardia inducida por dicha droga surge rápidamente entre los usuarios comunes. Sin embargo, la inhalación del humo de marihuana puede desencadenar angina en sujetos con el antecedente de insuficiencia coronaria. La angina inducida por el ejercicio puede agravarse después del uso de marihuana en mayor grado que después de fumar cigarrillos. Hay que recomendar decididamente a todo cardiópata que no fume marihuana ni use compuestos cannábicos. En los fumadores de marihuana que la consumen a diario se ha descubierto una disminución significativa de la capacidad vital pulmonar. Debido a que esta forma de consumo generalmente supone la inhalación profunda y la retención prolongada del humo de la marihuana, los fumadores de esta sustancia pueden presentar irritación bronquial crónica. El deterioro de la capacidad de difusión del monóxido de carbono en respiración única (carbón monoxide diffusing capacity of the lung, D L ^ Q ) es mayor en las personas que fuman marihuana y tabaco que en las que fuman sólo tabaco. Aunque la marihuana también se ha asociado con efectos adversos sobre una serie de aparatos y sistemas, muchos de estos estudios deben repetirse y confirmarse. Por ejemplo, la correlación descrita entre el consumo de marihuana y la disminución de la concentración de testosterona en los varones no está confirmada. También se han descrito disminución del número y de la movilidad de los espermatozoides y anomalías de su morfología después de consumirla. En estudios prospectivos se demostró una correlación significativa entre el retraso del crecimiento y desarrollo fetales y el consumo intenso de marihuana durante el embarazo. 


Tolerancia y dependencia.




Los consumidores habituales de marihuana adquieren con rapidez tolerancia a los efectos psicoactivos de esta sustancia, y a menudo la fuman con más frecuencia y tratan de conseguir compuestos de cannabis más potentes. La tolerancia a los efectos fisiológicos de la marihuana se adquiere a un ritmo distinto; por ejemplo, la tolerancia a la taquicardia surge muy rápidamente, pero la tolerancia a la hiperemia conjuntival es mucho más lenta. La tolerancia a los efectos fisiológicos y sobre el comportamiento disminuye con rapidez cuando se interrumpe el consumo de la droga. En los consumidores crónicos de marihuana se han descrito signos y síntomas de abstinencia cuya gravedad depende de la dosis y de la antigüedad del hábito. Estos síntomas consisten en temblor, nistagmo, sudación, náusea, vómito, diarrea, irritabilidad, anorexia y alteraciones del sueño. Los signos y síntomas de abstinencia en los usuarios crónicos de marihuana suelen ser relativamente leves en comparación con los observados en los adictos a los opiáceos o al alcohol, y rara vez requieren intervención médica o farmacológica. Después del consumo continuado de compuestos de cannabis durante largos periodos pueden aparecer síndromes de supresión más graves y prolongados.



Uso terapéutico de la marihuana. 



 

Se ha propuesto que la marihuana, en forma de cigarrillo o como cannabinoide oral sintético (dronabinol), posee algunas propiedades que pueden ser útiles en determinadas situaciones clínicas. Entre ellas se encuentran los efectos antieméticos para los pacientes en quimioterapia, los efectos favorecedores del apetito en los enfermos de SIDA, la reducción de la presión ocular en el glaucoma, y la reducción de la espasticidad en los enfermos de esclerosis múltiple, así como en otras enfermedades neurológicas. Con la posible excepción de la caquexia relacionada con el

SIDA, ninguno de estos atributos de la marihuana es claramente superior a otras terapias disponibles.




Fuente: Harrison; Medicina Interna, Vol 2 . Pag: 2734-2735

Los prejuicios de la marihuana




La aceptación y normalización del cannabis por la sociedad y sus gobernantes no va a llegar por que el gobierno de turno de un país diga ahora si o ahora no “se legaliza”, va a llegar cuando las miles de empresas que este sector esta creando, sumen inmensas cantidades de euros o dólares en impuestos y además sumen miles de trabajadores.

La sociedad civil de estos años, 2012, no esta acostumbrada ni mira el cannabis como la sociedad de finales del siglo pasado. Los jovenes-adultos de hoy, no ven el cannabis como lo veían sus padres y no son tan fáciles de “manejar” o manipular como aquellos.

Ésos que nombramos como aquellos, estaban acostumbrados a ver y escuchar que la marihuana era la puerta del infierno, que el que la probaba posiblemente estaría condenado a vagar el resto de su vida por los suelos de los perores barrios de las ciudades, que aquél que la consumía era un “despojo de la sociedad” lo peor que podría pasarle a alguien.

Cuando esa misma sociedad supera el siglo XX y se asoma al XXI, se da cuenta que las nuevas tecnologías de la información, nunca mejor dicho, informan y nos acercan a todos los ciudadanos del mundo, la conclusión es obvia, la mentira y falsedad que siempre ha estado como una losa encima de la marihuana ya no se sustenta. “Los cruzados” en contra de esta planta, ya no pueden argumentar a una sociedad, que antes era inculta en estos temas y ahora ya no lo son, con sus antiguos argumentos.


Por ejemplo, hablan de que el cannabis es malo para la salud mental y se sabe que el que esta predispuesto por naturaleza a problemas mentales, el cannabis puede hacerlos florecer con anterioridad, pero, no solo el cannabis, cualquier sustancia que altere aunque por poco también.

Ésas mismas personas que están en contra por este argumento deberían aplicarlo al vino, la cerveza y demás licores. ¿A ver que dicen millones de personas que consumen esta sustancia liquida sobre esta cuestión? Luego, de millones de personas que han consumido alguna vez cannabis, ¿todos están locos o “mal de la cabeza”?. Ese argumento se cae por su propio peso. Y ¿Qué señor tiene el derecho moral de decirnos lo que es bueno para nosotros o malo?

Me dicen que un porrito terapéutico para calmarme o alegrarme debe castigarse y sin embargo, las ofertas de cavas-champagnes, cervezas, vinos, ron, vodka o whiskeys están aceptadas gubernamentalmente y moralmente.

A esto me refería anteriormente, a la sociedad del siglo pasado le cuentas estas historietas y las hubiesen aceptado, se lo hubiesen creído. Antes, solo sabíamos lo que nos decían o enseñaban las voces para tal menester, pero ahora, las nuevas tecnologías de la información nos acercan y hacen muy difícil que esas mismas teorías, si no se corroboran adecuadamente, puedan hacer su función que es la de ser creíbles.


La sociedad de hoy en día ya sabe que ni un porrito de cannabis, ni siquiera “una noche cannabica”, es la entrada al infierno. Esa misma sociedad del XXI, si que sabe que cualquier sustancia, aunque se una droga natural y verde, en cantidades abusivas por cantidad y tiempo, al final te deteriora como cualquier otra.

En el caso del cannabis, es mucho menos dañina que otras y la sociedad del siglo XX la tiene arrinconada y proscrita, cuando otras mucho más dañinas las tienen permitidas legalmente además de que les proporcionan muchos impuestos y trabajadores.

Si uno de los argumentos debe ser ése, el de que es mala para la salud, y por el contrario le damos el beneplácito a otras que científicamente esta demostrado que son peores, entonces, ¿como queremos convencer a esta nueva sociedad de la información que si tiene algo justamente es eso, información?

En mi opinión, los anti-cannabis deberían empezar a buscar argumentos que encajen con la mentalidad de hoy y retirar esos otros, que parecen que si has consumido marihuana alguna vez eres idiota, pero sin embargo el que consume algún tipo de alcohol asumido tradicionalmente por nuestra sociedad, entonces eres un tipo normal.


martes, 25 de diciembre de 2012

Cannabis : Un desafio para la ciencia

Entrevista a Antonio Escohotado



Amante de los juegos de palabras e irónico ante las preguntas demasiado evidentes, Antonio Escohotado (Madrid, 1941), abanderado de la legalización de las drogas, asunto que le llevó la semana pasada al foro Rototom, en Benicàssim, es autor de “Historia general de las drogas”. Ha publicado, también, “El libro de los venenos”, “Para una fenomenología de las drogas” y “Aprendiendo de las drogas”.



NACHO MARTÍN – BENICÀSSIM Si alguien pretendió patentar alguna vez las entrevistas convencionales y “facilonas” de pregunta-respuesta, lo cierto es que no lo hizo pensando en Antonio Escohotado, un personaje que de forma simpática e indoblegable te arrastra a esfuerzo mental de dobles sentidos; de esos repletos de posos entre las líneas del café.

-Se ha hablado de la regulación legal del cannabis como solución a la crisis global. ¿Cree realmente que es así?

•Incondicionalmente, sí. Ofrecería una tremenda cantidad de puestos de trabajo en un momento que se necesita; y vendrían muchas más personas. Holanda lleva haciendo esto muchísimos años con buenos resultados, manteniendo a 100.000 personas solo con el negocio de los coffee-shops. Aquí podríamos triplicarlo con menos coste energético.

-¿Y por qué no se hace?

Solo nos detiene la hipocresía. Hace años en España era más fácil legalizar la marihuana que la homosexualidad, y se optó por legalizar la homosexualidad y no la marihuana. Y que Dios bendiga la homosexualidad legalizada, pero también la legalización de la marihuana. La legalización de la ebriedad.

-¿No comportaría riesgos para la salud de la sociedad?

•No hay ningún riesgo para la salud, no son más que datos falaces, y los detractores han conseguido mil puestos de venta en la calle. El que diga que fumar está difícil en España es hipócrita o ignorante. En Holanda han pasado 40 años y el consumo ha bajado en un 20%. Y déjeme que le hable del peligro. El principal inconveniente es una generación de jóvenes que se dedica a fumar todo el día y que pierden su tiempo sin sacar sus estudios porque es accesible, porque, ¿cómo la obtendrían si no? Los porros están, y de lo que se trata es de saber si esos porros van a pagar impuestos y dar puestos de trabajo y vamos a dejar de tener esa red criminal light.

-¿Y en cuánto a la salud? ¿Tendría efectos nocivos?

La marihuana no tiene más efectos negativos que los alquitranes de la combustión. Nadie ha muerto por abuso de marihuana y sí por el de aspirinas. La diferencia entre las drogas legales e ilegales es la diferencia entre el agua bendita y la del grifo.

-¿Y respecto a los riesgos psicológicos?

•La marihuana en coffee-shops tendrá menos puntos de venta y ya le digo que en Holanda consumen un 20% menos. Hace tiempo que lo vengo diciendo y no se quiere escuchar. Más claro, el agua, pero del grifo, que la bendita suele ser turbia. Se vende la idea de que la droga es el mal, pero es al contrario. Las drogas son neutras, son las personas las que son plastas o esquizofrénicas.

-¿Cuál es la historia de la droga que no nos han contado en el colegio? ¿Por qué es importante conocerla?

•Pues si hubieran llegado a ponerla en Bachillerato a mí personalmente me habría beneficiado con una tirada de miles de ejemplares. Pero no lo han hecho. La historia es importante conocerla en general para evitar camelos. El problema es que hay gente que se niega de antemano a escuchar, y al decir que la droga es el mal lo único que consiguen es que sus hijos sean drogadictos autoconsentidos.  
 
-¿Es la cruzada mundial contra la droga una causa de sufrimiento y violencia?

•La guerra contra la droga la declaró el presidente de EE.UU. Nixon en los años setenta y se acabó como tarde en 2000. Ha ido creciendo una tolerancia creciente a un consumo creciente. Una amnistía secreta. Y en México, 40.000 muertos por la guerra contra la droga; menudo éxito… ¿Todavía habrá que recordar que a Al Capone y el crimen organizado se los inventó la cruzada contra el alcohol?

-¿Son ciertos los viajes místicos y de búsqueda de conocimiento a través de la droga?

•A mí no me toca tanto ese tema. El uso de la droga es para producir un placer moderado. Lo de los viajes místicos y la búsqueda de conocimiento con la droga no es mi rollo, pero alguna vez sí he viajado con aprovechamiento. Y claro que existen los viajes místicos. Son una religión. Hay por ejemplo dos o tres cultos a la Ayahuasca, una droga 600 veces más potente que la marihuana. Y los riesgos son bobadas. Lo único es que puedes tener un viaje malo, pero nadie ha muerto de eso.

-¿Cuál es el mensaje más importante que quiso dejar en el foro social del Rototom?

•La moderación es la elegancia. La elegancia es moderación, y esta palabra viene de elegir.

lunes, 24 de diciembre de 2012

La marihuana te vuelve tonto? Veamos...

Hola. Ultimamente veo que como se difundio tanto la noticia de la marihuana y el deterioro cognitivo. Si bien el es la mayoria de las  en español sobre este son muy amarillistas y algunas le agregan cosas o le quitan otras.
A continuacion les dejo el estudio original en ingles y luego la traduccion.


Drop in IQ linked to heavy teenage cannabis use

Starting to smoke pot in your teens can lead to cognitive decline not seen in those who start as adults.



28 August 2012
Becoming a heavy cannabis smoker as a teenager results in cognitive decline not seen if the illicit drug use starts when adult.

Clinical psychologist Madeline Meier at Duke University in Durham, North Carolina, and her colleagues used data from the famous Dunedin Longitudinal Study, an ongoing multi-factor survey involving a cohort of 1,037 New Zealanders followed from birth, which now has 40 years worth of data. Participants in the Dunedin Study had been periodically tested for IQ and other neuropsychological indices as well as being asked about behaviour such as drug-taking. The study was published in the Proceedings of the National Academy of Sciences on Monday1.

When their adult IQ was tested at 38 years old, the heaviest and most persistent adolescent-onset users in the study had experienced an average decline of eight IQ points from childhood to adulthood. Non-users had on average increased their IQ by around one point. And even after setting aside the heaviest users, a decline of a few IQ points from their childhood value was still seen in less heavy users who had started in their teens. What's more, the drop in mental function seemed irreversible even after people had quit cannabis. However, persistent users who only started when adult (older than 18 years) did not seem to experience the same IQ decline.

Rich data
By being able to compare an individual's IQ before and after cannabis use, the authors could rule out previous neuropsychological deficit as a cause of the decline.They were also able to dismiss an effect of education by finding no difference in the proportion of heavy cannabis users in the full study sample and in those with only a high-school education or less. This should answer the challenge from the ‘education hypothesis’ — that heavy cannabis users are more likely to have dropped out of education. In the same way, they could also control for other complicating factors, such as schizophrenia, the use of other drugs, and the possibility that a subject might have been high when their cognitive abilities were tested.

The findings hint at neurotoxic effects from cannabis at a critical age for brain development, although the authors leave it for other researchers to isolate what the underlying mechanism may be.

Study limitations
Robin Murray, a research psychiatrist at the Institute of Psychiatry, King’s College London, whose own investigations have explored the links between cannabis and psychosis, was impressed with the rigour of the paper: “There have been other studies showing cognitive decline, but they’ve all been from slightly dodgy samples. The Dunedin cohort is probably one of the most studied populations in the world from a cognitive point of view. It’s an excellent sample.”

Valerie Curran, professor of psychopharmacology at University College London and a member of the UK's Independent Scientific Committee on Drugs, was more sceptical, saying that a other factors, such as depression, are also associated with heavy use and reduced motivation. “Although the overall sample size is excellent, the data on adolescent onset of heavy use is based on just over 50 people.”

She also noted that the findings represent a very small decline in IQ as a result of very heavy use over a number of years, “which doesn’t relate to recreational use”.

Recent surveys have shown that fewer adolescents believe that regular cannabis use is harmful to health. They are starting to use cannabis at an earlier age and more of them are using it every day.

With this in mind, the authors say that their findings suggest that policy-makers should put more emphasis on attempting to delay the point at which teens start smoking cannabis.

“Let’s keep some perspective. This is not huge," Murray says. "You’re not becoming completely demented. Of course, it’s better to still have your extra eight IQ points, but it’s not something that’s enough to draw medical attention.”

The effects of the significant increase in the amount of the active ingredient, tetrahydrocannabinol (THC), in the drug over the past few decades also needs to be explored. “You have to remember that when the people in the Dunedin study were kids back in the early eighties, this would have been pretty old-fashioned hash or weed, with THC content of 4–5%," Murray points out. "Today’s skunk has 16–18%, so the effects are most likely to be magnified.”


Lo que en español seria: 

 
Ser un fumador abusivo de cannabis durante la adolescencia da como resultado en declive cognitivo, este no se ve si el uso de la droga se inicia en la edad adulta.

Meier Clínica Madeline psicólogo de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte, y sus colegas utilizaron datos del famoso Estudio Longitudinal Dunedin, un curso de múltiples factores encuesta que involucró a una cohorte de 1.037 neozelandeses seguidos desde el nacimiento, que ahora tiene 40 años de seguimiento . Los participantes en el estudio Dunedin hacían pruebas periódicas para el CI y otros índices neuropsicológicos, así es como que preguntaron sobre el comportamiento, tales como el consumo de drogas. El estudio fue publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias en Monday.

Cuando su coeficiente intelectual adulto se puso a prueba a los 38 años de edad, los que habian consumido fuertemente en la adolescencia demostraron en el estudio que habían experimentado una disminución promedio de ocho puntos de coeficiente intelectual de la niñez a la edad adulta. Los no usuarios, en promedio había aumentado su coeficiente intelectual en torno a un punto. E incluso después de dejar de lado los usuarios más frecuentes, con un descenso de unos pocos puntos de CI de su valor de infancia era considerado en los usuarios menos pesadas que habían comenzado en la adolescencia. Lo que es más, la caída de la función mental parecía irreversible, incluso después que la gente había dejado de cannabis. Sin embargo, los usuarios fuertes que sólo comenzaron a la edad adulta (mayores de 18 años) no parecen experimentar el declive de IQ .

Datos interesantes

Al ser capaz de comparar IQ de una persona antes y después del uso de cannabis, los autores podrían descartar déficit neuropsicológico anterior como causa de la decline.Ellos también fueron capaces de descartar a un efecto de la educación por no encontrar ninguna diferencia en la proporción de consumidores de cannabis en la muestra del estudio completo y en aquellos con educación secundaria o menor. Esto debería responder al reto de la "hipótesis de la educación" - que los grandes consumidores de cannabis tienen más probabilidades de haber abandonado la educación. De la misma manera, también se podría controlar por otros factores que complican, tales como la esquizofrenia, el uso de otras drogas, y la posibilidad de que un sujeto puede haya estado "volado" cuando sus capacidades cognitivas fueron probados. (Muy poco serio el hacer un estudio para determinar gran cosa y no fijarse si durante las pruebas los usuarios estaban bajo lo efectos del cannabis)

Los hallazgos apuntan a los efectos neurotóxicos del cannabis a una edad crítica para el desarrollo cerebral, aunque los autores lo dejo para otros investigadores para aislar cuál es el mecanismo subyacente puede ser.

Limitaciones del estudio
Robin Murray, psiquiatra de la investigación en el Instituto de Psiquiatría del Kings College de Londres, cuyas propias investigaciones han explorado la relación entre cannabis y psicosis, quedó impresionado con el rigor de la ponencia: "Ha habido otros estudios que muestran deterioro cognitivo, pero todos hemos sido un poco chunga de las muestras. La cohorte de Dunedin es probablemente una de las poblaciones más estudiados en el mundo desde un punto de vista cognitivo. Es una excelente muestra ".

Valerie Curran, profesor de psicofarmacología de la Universidad College de Londres y miembro del Comité Científico Independiente del Reino Unido sobre las Drogas, fue más escéptico y dijo que una serie de factores, tales como la depresión, también se asocian con el uso pesado y la motivación reducida. "Aunque el tamaño de la muestra en general es excelente, los datos de inicio adolescente de uso pesado se basa en poco más de 50 personas".

También señaló que los hallazgos representan una disminución muy pequeña en el coeficiente intelectual, como resultado de un uso muy intenso durante varios años ", que no se relaciona con el uso recreativo".

Estudios recientes han demostrado que menos adolescentes creen que el uso regular de cannabis es perjudicial para la salud. Ellos están comenzando a consumir cannabis a una edad más temprana y más de ellos están utilizandolo cada día.

Con esto en mente, los autores dicen que sus hallazgos sugieren que los responsables políticos deberían poner más énfasis en tratar de retrasar el momento en que los adolescentes comienzan fumar cannabis.

"Vamos a mantener una cierta perspectiva. Esto no es enorme ", dice Murray." No te estás volviendo completamente loco. Por supuesto, es mejor tener todavía sus otros ocho puntos de CI, pero no es algo que sea suficiente para atraer la atención médica ".

Los efectos del aumento significativo en la cantidad del ingrediente activo, el tetrahidrocannabinol (THC), en el fármaco durante las últimas décadas también necesita ser explorado. "Hay que recordar que cuando las personas en el estudio Dunedin éramos niños allá por los años ochenta, esto habría sido bastante anticuado hash o mala hierba, con un contenido de THC del 4-5%", señala Murray. "Skunk de hoy tiene 16-18%, por lo que los efectos podrian ser mayores. "



Como vieron, lo que afecta a la cognicion es el uso pesado durante la adolescencia, sin embargo en el estudio original deja en claro que los usuarios que comenzaron en la edad adulta no sufrieron ese deterioro cognitivo. Otra cosa que me parecio muy poco serias es que por lo visto a la hora de hacer las pruebas no se fijaron si los estudiados estaban o no bajo los efectos de la marihuana.